Me tienen
las pelotas por el piso con la pirotecnia…
Pongámosle
que con los fuegos artificiales, vaya y pase… porque más allá de que igual piense
que sos un licenciado en pelotudología por estar quemando la plata, los fuegos
son vistosos, lindos, altos, multicolores, y sobre todo lejanos…
Pero me encantaría
que alguien me explicara que encanto le ven a tirar una bomba brasilera a dos
metros y que haga PUM...
O sea, por
la “gracia” de asustar gente no es, si queres asustar a alguien escondele el
celular, o decile que esta embarazada, o de ultima contrata a alguien para que
la rapiñe, así que descartamos el “asustamiento” como motivo principal de que
seas tan idiota…
¿El efecto
sonoro tal vez? A ver… cuando explota hace PUM, hasta la onomatopeya es
pelotuda. Yo no pido que suene como las 4 estaciones de Vivaldi, pero al menos
como Santana…
Ya se que
hay cosas que hacen ruidos peores y más molestos, pero de Arjona hablamos otro
día…
Ni que
hablar de los riesgos, como por ejemplo que te explote una bomba en la mano, o
en la vista, o si tuviéramos mucha suerte, en el OGT…
Además del
riesgo de incendio, porque en este hermoso país está prohibido tirar colillas
de cigarro por la ventana del auto para prevenir dichos siniestros, pero podés
tirar 700 millones de toneladas de fuegos artificiales, cuetes de colores,
luces de bengala y demás porongas multicolores al viento sobre los montes autóctonos
que no pasa nada… Claro, fumar es malo, pero tirar bombas brasileras es bueno
para la piel, te previene los granitos y cura la pediculosis, y si cae una
prendida fuego en una plantación forestal seguramente esté Papa Noel para
apagarla mojándose los dedos con baba de reno…
En fin, yo
propondría para regular el uso de la pirotecnia la Ley del “uno a uno”. Díctese
el proyecto de ley que dice que cualquier ciudadano de este país puede hacer
uso de dichos artefactos explosivos si, y solo si cumple con la reglamentación
del “Uno a Uno”, o sea que previo a tirar un cuete en la vereda, debe detonarse
uno en el culo, uno en la vereda, uno en el culo, uno al vecino, uno en el culo…
y así sucesivamente hasta su completa satisfacción.
¡Publíquese!